Pasaron las PASO (parece un juego de palabras), pero más juego (y nada gracioso) resulta el hecho de elecciones que se suponían eran para dirimir entre candidatos de un mismo Partido y no lo fueron, transformándose en una patética confrontación de prueba para las verdaderas elecciones legislativas del mes de octubre.
Tomándolo a risa antes que a llanto y aprovechando la colaboración de un entusiasta y siempre atento lector de Sexta Sección, reproducimos este chiste.
Las facturas
Cristina Kirchner y Mauricio Macri van a una panadería. Ni bien entran, Cristina roba tres facturas y se las lleva al bolsillo.
Ella le dice a él:
«¿Viste que inteligente soy? El dueño ni siquiera me vio, y no necesito ni mentir. Definitivamente voy a ganar las elecciones.»
Mauricio le dice a Cristina:
«Esa es la típica deshonra que has mostrado toda tu vida, trampas y engaños. Yo te voy a mostrar una forma honesta de obtener las mismas tres facturas sin robar o mentir y además probarte que soy mucho más inteligente.»
Mauricio se acerca hasta el dueño y dice:
«Deme una factura y yo le muestro un truco mágico».
Intrigado, el dueño acepta la oferta y le da una factura.
Mauricio se la traga y le pide otra. El dueño le da otra. Luego Mauricio pide una tercera y también se la come.
Para entonces, el dueño se empieza a preguntar dónde estaba el truco mágico y dice:
«¿Y las facturas?».
Mauricio responde:
“Fíjese en los bolsillos de Cristina”.