Consideran un atropello y provocación
“Rechazamos de plano la pretensión inconsulta de la Provincia de Buenos Aires de aumentar un 50% el Impuesto Inmobiliario Rural.
Lo consideramos como un atropello y provocación propia de otros tiempos y gobiernos, siendo que para el presente año, debimos soportar un aumento del 276 % de este mismo impuesto.
Mientras desde el Gobierno Nacional hablan de bajar la Presión Fiscal y promover las Inversiones que generen nuevas fuentes laborales y más divisas, el Gobierno Provincial decide más de lo mismo.
Ese no es el camino que queremos para alcanzar la tan ansiada reactivación económica del País.
La inflación anual a rondado el 20%, mientras los precios de nuestros productos se han mantenidos estables (no copian la inflación), los costos de los insumos como el GASOIL, los FLETES y las Labores, han aumentado más del 50% en los últimos dos años, es imposible que enfrentemos mayores erogaciones sin resentir financieramente nuestras empresas.LA PRESIÓN FISCAL, sumando NACIÓN, PROVINCIA Y MUNICIPIOS SE HACE INSOSTENIBLE y por lo tanto impagables.
Los productores, ya hemos hecho todos los ajustes necesarios, son los Estados quienes aún no han reducido sus gastos.
Lamentablemente, de concretarse esta suba, deberemos desactivar los planes de crecimiento y desarrollo, con lo que cada productor pasará a postergar todo gasto que no sea de necesidad inmediata para mantener la producción a flote y su planta de Empleados.
Esto repercutirá directamente sobre las poblaciones del interior de la provincia.
Señores gobernantes y Legisladores: Están a tiempo de reaccionar y abandonar el facilismo de subir Impuestos cada vez que no les alcanza la plata. Nuestra capacidad de Pago está agotada.
Pedimos mesura, dialogo y sentido común”.
Firman: Sociedad Rural de Adolfo Alsina, Asociación de Productores de Arroyo Corto, Asociación de Ganaderos y Agricultores de Bahía Blanca, Sociedad Rural de Coronel Dorrego, Sociedad Rural de Coronel Pringles, Sociedad Rural de Coronel Suárez, Asociación Rural de Patagones, Sociedad Rural de Pigüé, Asociación Rural del Partido de Saavedra, Asociación Rural de Stroeder, Asociación Agrícola Ganadera del S. O. de Buenos Aires, Asociación Rural de Tornquist, Asociación Agrícola Ganadera de Villalonga, Asociación de Productores Rurales de Villarino Sur, Asociación Rural de Villa Iris.
Un efecto con matices confiscatorios
Comunicado de CRA y CARBAP
El anuncio del revalúo inmobiliario 2018, con un incremento de entre el 40 y el 75% (según el caso), tiene un costo para el sector de 4.000 millones de pesos en forma directa y sólo por este ítem, sin tener en cuenta el efecto cascada que tendrá sobre el impuesto a los bienes personales.
Este incremento duplica, en el mejor de los casos, a la tasa de inflación anual. Y no es cierto -al menos en lo que se refiere al sector rural- que no se hayan actualizado desde hace 12 años ya que en la zona núcleo, desde el 2008 a la fecha el valor por hectárea del impuesto se multiplicó por 20. Si lo cruzamos por el precio de la soja para el mismo caso, el impuesto se incrementó un 433%.
Este aumento genera por sí solo y gracias al excesivo y distorsivo sistema tributario al cual estan expuestos los productores, un efecto cascada sobre el impuesto inmobiliario complementario y sobre el impuesto a los bienes personales, en algunos casos particulares la sumatoria de impactos hace que este aumento tenga matices de confiscatorio, si sumamos sus resultados incrementales sobre la tributación total llega a comprometer un 30% del beneficio de la producción.
Pero aún todos estos argumentos demuestran por lo menos una falencia importante y es la de no saber cómo se compone la rentabilidad del productor.
Los productores agropecuarios saben que no se puede trasladar la incidencia de impuestos a los precios, que se rigen por los precios del mercado. Si se incrementan los impuestos en base a la inflación está suponiéndose que los precios de los productos están siguiendo esa dinámica, lo cual es una afirmación incorrecta para las producciones.
Si se revalúa tomando un incremento promedio del 50% de una única vez, sin un escalonamiento que permita reacomodar el sistema productivo, el golpe va directo al bolsillo del sector y le quita capacidad de reinversión a todos y en algunos casos la imposibilidad del pago, con las consecuencias de punitorios. Los tiempos biológicos tienen una dinámica que no parecen entender los entes recaudadores.
La situación y la oportunidad del aumento para el sector tampoco son los mejores. Hoy tenemos 6 millones de hectáreas bajo el agua, caminos imposibles, lotes que no se sembrarán o dejarán una parte sin hacerlo por falta de piso (eso sí todos pagarán el impuesto como si se hubieran usado en su totalidad) y además el fuerte impacto del aumento del gasoil en los costos de producción, Si sumamos este golpe inmobiliario, esto representará para los campos ganaderos 7,5 kg de ternero por hectárea, y los agrícolas 2,3 qq por hectárea. El productor pequeño y mediano será el más afectado en esta situación.
El gradualismo en las cuentas fiscales, y la provincia de Buenos Aires no es la excepción, lo siguen pagando los productores agropecuarios.
CRA – Confederaciones Rurales Argentinas
CARBAP – Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa
Ver también
https://www.sextaseccion.com/agropecuarias/aumento-de-combustibles-mas-gastos-para-los-productores-agropecuarios/
https://www.sextaseccion.com/agropecuarias/lineamientos-para-salir-de-la-crisis-lechera/
https://www.sextaseccion.com/agropecuarias/el-cerdo-se-impone/
https://www.sextaseccion.com/agropecuarias/una-oferta-insuficiente/